El Guiñol Aburrido
Erase una vez unos niños en un colegio de París. Estaban viendo un guiñol muy aburrido.
Sonó la campana que anunciaba la salida del colegio. Los niños quisieron irse, pero el director del centro no les dejó , quiso que terminaran de ver el guiñol. Entonces los niños se aburrieron tanto con el guiñol que empezaron a enfadarse y ninguno prestaba atención. De repente, se hartaron tanto del guiñol que todos se fueron a la planta de arriba desesperados, el único que no se fue era Javier, que, increíblemente, consiguió salir del colegio.
Luego,
fue a buscar ayuda pero lo único que encontró a esa hora fue una tienda
a punto de cerrar. Entonces entró y vio unos petardos que estaban a
mitad de precio. Por suerte para él le quedaba el dinero que no se gastó
en el bocadillo porque no tenía hambre. Los compró y se dirigió
rápidamente al colegio, los encendió con un mechero que le regaló su
padre y los tiró contra la puerta del colegio , que cayó al suelo
destrozada. Enseguida todos lo niños salieron corriendo y pudieron
llegar a sus casas sanos y salvos.
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